Uno de los libros que más me gustó el año pasado es “Cómo detectar mentiras?” de Paul Ekman, especialista en lectura de micro-expresiones, y guionista de la famosa serie “Lie to me”.
El libro es muy particular, ya que no es nada fácil de leer. Resulta un manual bien pesado, ya que entra en profundidad en el manejo de la expresión, micro-expresión y programación neurolingüística. Incluye fotos de los movimientos de los músculos de la cara y el cuerpo, por lo que se hace muy lento de leer. Pasé horas pegado al espejo como un loco, tratando de replicar los movimientos en mi cara, entendiendo cuáles eran los movimientos naturales, para poder determinar cuáles me evidenciaban, para entrenarlos - lo sé, suena medio maquiavélica la cosa - pero resulta un ejercicio de exploración y descubrimiento personal súper interesante, que me aportó una experiencia interesante para analizar y visualizar a otros (que al final es la idea del libro).
El libro comienza con tres realidades que realmente rompen paradigmas de nuestra sociedad:
La primera. En muchas oportunidades la mentira comienza en nuestra cabeza y no en lo que nos dice la otra persona, por lo que para ésta no hay nada que hacer. Un ejemplo: hablamos con el mecánico y nos dice que el carro no va a estar listo. Dentro de nuestra mente queremos que esté, por lo que preguntamos cosas como: ¿pero vas a hacer tu mejor esfuerzo?, ¿si todo sale bien me lo entregas antes?, etc. Desarrollamos una mentira creída en nuestra cabeza, que raramente se cumple. Lo más alarmante es que luego de entender esto y analizando el entorno, eso pasa más veces de lo que nos imaginamos.
La segunda. Realmente uno no puede detectar mentiras con los patrones que nos han indicado en PNL (si ves arriba a la derecha o abajo a la izquierda). Esto me dio risa ya que es cierto, he escuchado en varias oportunidades a gerentes tratando de mostrar su conocimientomientras dicen: “estaba mintiendo porque vio abajo a la derecha” etc, sin tener la más cristiana idea de lo que está diciendo. Paul plantea que estos movimientos pueden reflejar recuerdos, ideas en construcción (no necesariamente mentiras) por lo que el trabajo del investigador debe ser ir construyendo líneas del entrevistado, basado en una base de datos de reacciones de temas sencillos que sean reales o no, identificando las reacciones o micro-expresiones de cada persona, para determinar las potenciales mentiras – así, queridos colegas que vieron un solo capítulo de Lie to me y andan diciendo cosas de hacia dónde ven las personas , ¡dejemos el show!
La tercera que voy a plantear en el artículo (ya que el libro no tiene desperdicio y no voy a poder escribir todo lo que me llama la atención) es el uso de equipos de detección de mentiras o polígrafos, muy de moda en nuestro país. Como incluso plantean en la serie, estos equipos no son del todo exactos, ya que realmente lo que captan son los cambios emocionales en las personas (temperatura, ritmo cardiaco, etc) por lo que podrían pasar dos cosas: podemos estar extremadamente nerviosos por la situación (no debe ser nada sencillo estar con cosas conectadas al cuerpo, siendo potencial culpable y con todo el mundo viéndote) y eso haga que nuestras variables naturales se vean alteradas , o podríamos prepararnos para esta sesión consumiendo relajantes para mantener el pulso y la concentración, lo que nos permitiría decir mentiras sin que sean detectadas – Paul trabaja incluso con el FBI y dice que eso es común que pase (cualquiera de los dos casos) por lo que desde su punto de vista es más efectivo trabajar en base a micro-expresiones.
Como ven, todos los temas del libro son extremadamente interesantes y útiles, por lo que recomiendo ampliamente su lectura.
Como última reflexión, sería genial que trabajaran juntos Paul Ekman y Martin Limstrong (lo comenté en mi artículo de Compradicción y su técnica de escaneo del cerebro) para poder hacer una matriz de relación entre las micro-expresiones y las activaciones del cerebro – con esto llegaríamos a nivel de exactitud impresionantes con grandes revelaciones de incluso cuando nos estamos engañando….
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