Como comenté en mi artículo anterior, luego de escuchar a Raúl Baltar y Maickel Melamed en el seminario “Gerencia que Inspira”, tenía que salir a cumplir uno de los retos que tenía, correr un 10K.
Ese fin de semana fueron los 10K del centro comercial El Líder, y me dije: ¡esto es una señal, ahí voy!
Yo pensaba que mi conocimiento y preparación para esta actividad era alta, pero luego de sentarme y comentarles todo lo que pasó, se darán cuenta de que era nula.
En el proceso de preparación (previo a la carrera) fue donde más errores cometí:
- La noche anterior me acosté tarde
- No cené
- Me fui vestido todo de negro, y además con una faja de sudar
- Usé zapatos de gomas normales, unos que tienen una especie de resorte atrás (a la semana de la carrera todavía sentía los resortes en el talón de mi pie)
- No seleccioné la música con la que correría, agarré el equipo de música con todo lo que tenía.
- No tenía idea de la ruta.
- Definí una meta ilusa, ya que evidentemente no conocía la actividad y la subestimé, me dije “Esto lo termino en menos de 1 hora”
Como verán era todo una bomba de tiempo. Luego de la carrera muchos de mis amigos me decían que había saboteado yo mismo la carrera y que había hecho todo para no terminarla.
Evidentemente todos los errores que cometí en el previo afectaron el performance de la carrera, pero además cometí otros errores durante la misma:
- En el primer KM arranqué a correr con todo, al medio Km ya no daba para más
- En los primeros 10 min descubrí que la calle no es plana como uno piensa cuando va en carro, hay subidas!!!!!
- ¿No sé por qué? Me dije, mejor no bebas nada durante la carrera para que no se te llene el estomago, se imaginarán el nivel de deshidratación que llevaba.
- Cuando empezó a pegar el sol descubrí el error de vestirme de negro y colocarme una faja, era un sauna móvil.
- Pensé que el último km era bordeando el Unicentro y llegaba a la meta, todo el camino fui pensando en eso, cuando llegué al km 9, ese último km era la subida de la Saenz, mentalmente de destroce y realmente fue duro poder continuar, por el bloqueo mental que tuve.
- Recuerdan la meta de menos de una 1 hora, en efecto cuando llegó la hora y no había llegado una vez más tuve un bloqueo mental.
Como ven todo estaba dado para no lograr la meta, de hecho recuerdo que estuve a punto de pararme en el KM 2, 5, 8 y 9, me decía cosas como “No viniste a demostrar nada, vamos a parar”, luego a lo único que me amarré fue a la inspiración que tenía de las palabras de Raúl y Maickel, con la firme creencia de que tenía que hacerlo, no sólo porque ellos lo habían logrado, sino porque tenía que demostrarme que sí podía.
La inspiración logró un compromiso conmigo y con el logro del resultado, a pesar de lo que apareciese.
Este es el punto de mi artículo, a lo mejor pude haber cometido menos errores en el previo de la carrera pero igual sin la inspiración no hubiese llegado.
Llegue a la meta en 1:17 min (esta será mi nueva inspiración, mejorar mi primera vez).
Esto lo tenemos que llevar a las oficinas, cuantas veces tenemos colaboradores que cometen errores, o simplemente no tienen desarrollada alguna competencia para llegar más fácilmente al logro, la inspiración es la única solución, es esa fuerza que lo moverá a llegar al resultado, para que los gerentes tengan tiempo durante el camino de mejorar esas competencias y solucionar los errores y así transformarlos en grandes corredores.
Ahora pregúntate,
¿Tú equipo está inspirado?
¿Tienen esa energía que los hará llegar a la meta y te dará tiempo a resolver errores y mejorar competencias para que tengan un equipo de alta desempeño?
No esperes más, sin inspiración, el riesgo de no llegar por errores o debilidades en muy alto.